En Colombia, los fuertes enfrentamientos entre indígenas y la Policía en Bogotá han dejado 27 heridos, entre ellos catorce policías. Armados con palos y piedras, los indígenas del pueblo embera, se enfrentaron a las fuerzas del orden en unos violentos altercados.
Indígenas desplazados protestan por sus condiciones de vida
Una protesta en la que los indígenas embera, desplazado por el conflicto armado y alojados de manera temporal en un albergue, reclaman atención y una mejora de sus condiciones de vida.
Organizaciones de derechos humanos denunciaron que los cuerpos antidisturbios cargaron en pleno centro cuando había mujeres embarazadas y niños que se manifestaban pacíficamente pidiendo alimentos y una vivienda digna.
El presidente Gustavo Petro visitó a los policías heridos tras los enfrentamientos y recibió a representantes de la comunidad embera para atender a sus reclamaciones y solucionar los problemas.
Diálogo para solucionar los problemas
Tras el encuentro, el ministro del Interior de Colombia, Alfonso Prada hizo estas declaraciones:
“Vamos a extender la mano del diálogo y la atención inmediata a los problemas humanitarios, ese es el camino que el presidente Gustavo Petro les ha propuesto hoy que durante tres horas aproximadamente dialogamos y concertamos salidas. Así es que se resuelven los problemas en Colombia.”
“Encontramos hoy una crisis humanitaria, una crisis que es ocasionada por la falta de agua. Semanas enteras, 900 personas en un edificio viviendo sin agua y ahora sin luz eléctrica, están en una situación humanitaria grave, en una situación de alimentación deficiente, y en una situación de salubridad pública muy deteriorada.”
Cientos de aborígenes embera malviven desde hace dos años en Bogotá, a donde llegaron desplazados por los grupos armados que los obligaron a abandonar sus hogares en los departamentos de Chocó y Risaralda, en el oeste del país.
Un refugio sin las condiciones más elementales
Durante meses ocuparon el céntrico Parque Nacional de Bogotá, fueron traslados en mayo a un refugio, desde donde denuncian el abandono estatal por los problemas que tienen de salud, vivienda y educación.
Jairo Montañez, líder de la comunidad indígena Embera katío pronunció unas disculpas por los violentos altercados:
“Es nefasto y lamentable la verdad, porque nos dan un trato de terroristas, (por las órdenes de captura emitidas por la Policía contra algunos manifestantes), de delincuentes. Efectivamente con esto no queremos decir ni manifestamos que lo que se hizo ayer (Miércoles) está bien. Lamentamos esos hechos y pedimos disculpas a la ciudadanía.”
Víctimas del racismo y la violencia
Estas poblaciones originarias, que libran una disputa histórica por la tierra, son víctimas del racismo y blanco frecuente de grupos armados financiados por el narcotráfico. Aquí, en Bogotá, se hacinan cientos de familias que tienen miedo de regresar a sus lugares de origen.