Pocas personas, si es que hay alguna, justifican la oleada de ataques a obras de arte que se estn sucediendo en Europa estas semanas. La ltima, este pasado sbado en la sala 038 del Prado, donde dos activistas sellaron sus manos con pegamento a los marcos de La maja vestida y La maja desnuda de Francisco de Goya.
Detrs de esta protesta, una “lucha ecologista” contra el cambio climtico (tras el anuncio de la ONU sobre la imposibilidad del cumplimiento del Acuerdo de Pars). Y una pregunta q
ue se cierne entre los responsables de estos centros culturales: Cmo evitar que agitadores y manifestantes
sigan atentando contra su arte
?.
Carlos Chaguaceda, director de Comunicacin del Prado, lo tiene claro. “No es un tema de reforzar la seguridad…
Si alguien quiere hacerlo, encontrar la manera
“, expone, haciendo hincapi en que “en los museos no estamos dispuestos a cachear a los visitantes”. “Pero qu tipo de sociedad queremos construir? Mantener un estado de vigilancia absoluta sobre el 100% de los cuadros nos
obligara a convertir los museos en bnkeres.
Nadie quiere que se cachee”, dilucida Chaguaceda.
Ya en el momento de la detencin, el propio sbado, algunos de los visitantes que se encontraban disfrutando de los trabajos de Goya increparon a los activistas,
gritndoles “fuera” o “sinvergenzas”
mientras desarrollaban su
performance
.
Momento en el que los activistas llevan a cabo su accin.
AFP
Una incomprensin que ayer lunes an se respiraba en las inmediaciones del museo. Pese a que la jornada transcurri con total normalidad, por las escalinatas de este centenario edificio desfilaban cientos de
usuarios
que haban acudido a disfrutar de sus leos.
“Es injustificable. Todos estos ataques han provocado que las colas vayan ms despacio ya que ahora no puedes entrar con botellas de aguas.
O las tiras o las puedes dejar en consigna
“, deslizaba ayer Elas, gua turstico, a las puertas del Prado. Y aada: “Hoy la afluencia est igual que siempre, todos aquellos que visitan Madrid quieren venir a verlo”.
La sala donde se produjo el ataque fue rpidamente reparada. Chaguaceda detalla que los lienzos se mantuvieron ilesos, “en perfectas condiciones”, no as los marcos que
sufrieron “pequeos desperfectos”
. Y, como es lgico, la pared donde los activistas escribieron con pintura negra “1’5 C” tuvo que ser repintada.
“Algn da
puede suceder algo ms grave
, que la mano empuje el lienzo o un tropezn haga que se caiga y se rompa un cuadro sin que tenga remedio”, valora el director de Comunicacin de este museo, agregando una posible solucin a esta problemtica: “Por lo que he ledo, buscan repercusin meditica. Hicieron acciones en empresas o cortando calles con las que no consiguieron llamar la atencin, pero con esto s. Me recuerda a cuando la FIFA prohibi emitir las imgenes
de las personas que saltaban desnudas al campo para protestar
… Desde que las teles les dejaron de enfocar cuando salan, ese tipo de quejas desaparecieron”.
La maana avanzaba y entre los visitantes imperaba un sentimiento de no entender “qu les ha dado con el arte”. “A m me parece muy bien que se proteste, estoy a favor del medio ambiente, pero no hay que confundir el culo con las tmporas.
Es un sinsentido
… Y puede que, como dicen, de esta forma llamen ms la atencin, pero no es para nada favorable. Lo que consiguen no es ganarse a la gente y que empaticen con la causa, sino que
generan ms rechazo
“, deca una visitante, amiga del Prado, quien haba acudido este lunes junto con su esposo.
Turistas paseando frente al Prado.
D. SOMOLINOS
Las inmediaciones de este museo tenan por banda sonora la meloda de una guitarra espaola que armonizaba el ambiente. Junto al artista callejero que la tocaba, otro hombre venda psters a los turistas que se queran llevar un obsequio de Madrid. “En los medios habr tenido mucha repercusin,
pero a nivel callejero y de trnsito de gente, nada
“, apuntaban mientras recogan para irse a comer, poco antes de las dos de la tarde.
Los cuatro detenidos, en libertad
Ya en la tarde de ayer, el juez de Instruccin nmero 29 de Madrid
puso en libertad a las cuatro personas
, tres mujeres y un hombre, que fueron detenidos por su relacin con los daos causados en El Prado.
El cuarteto est siendo investigado por la presunta comisin de un delito
contra el patrimonio histrico-artstico
del artculo 323.
Ya el sbado, en el acto, se arrest a los dos manifestantes, de la organizacin Futuro Vegetal, que pegaron sus manos a los marcos de los cuadros de Goya. Un da despus, el domingo,
tras visionar las cmaras de seguridad del museo
se detuvo a otras dos personas: una periodista, colaboradora del diario
El Salto
, y una informadora grfica.
La Federacin de Asociaciones de Periodistas de Espaa (FAPE) y la Asociacin de la Prensa de Madrid (APM) consideran que ambas
podran ser “cmplices”
de los hechos y, por tanto, “tendrn que responder” como ciudadanas.
“No las han detenido por un acto en el que ejercan la profesin, por lo tanto no podemos hablar de derecho a la informacin. Que sean periodistas no les da patente para ejecutar cualquier tipo de actuaciones como, en este caso, incvicas.
Se han expresado como ciudadanos, no como periodistas
, y como ciudadanos tendrn que responder”, declar a Europa Press el presidente de la FAPE, Miguel ngel Noceda.
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