Elon Musk está desatado. Cada mensaje que envía en Twitter supone una revolución, ya que no anuncia decisiones que no haya tomado ya. Una de las más polémicas ha sido la de cobrar 8 dólares por la cuenta verificada, lo que ha supuesto que prácticamente cope la conversación en su propia red social.
Lo que comenzó con un intercambio de tuits con el mismísimo Stephen King, el rey de las novelas de terror, acabó derivando en charlas con Youtubers, como El Rubius, pero también recados a quienes le atacan. Es el caso de la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez.
La neoyorquina criticó el nuevo sistema de financiación que quiere imponer Musk. «Un multimillonario intenta venderle seriamente a la gente la idea de que la »libertad de expresión« es en realidad un plan de suscripción de 8 dólares al mes». La respuesta del ‘tuitero en jefe’: «Gracias por tus comentarios, ahora paga 8 dólares».
Esta es la actitud que ha tomado el hombre más rico del mundo con la red social más influyente (o una de las más influyentes) desde que se ha hecho con su propiedad. No solo se lo toma como un asunto plenamente personal, al que dedica buena parte de su día pese a que tiene multitud de frentes empresariales abiertos, sino que lo hace apostando por el humor y la ironía.
En este sentido, no ha dudado en bajarse al ‘fango’ y emplear el mismo idioma que el de los tuiteros. Es decir: los memes. Con ellos no solo defiende su idea de los 8 dólares, sino que además ataca a quienes se oponen a sus ideas. A la propia Ocasio-Cortez le ha dado un buen ‘zasca’ sin nombrarla: ha compartido una captura de su tienda de merchandising en la que se puede comprar una sudadera a un precio de… 8 dólares. También ha atacado a Starbucks, a los que se quejan… No ha dejado títere con cabeza.
Estas críticas no le quitan el sueño, sino todo lo contrario: «Ser atacado por los de derechas y los de izquierdas es una buena señal».
Siguen los despidos en Twitter
De lo que no presume tanto ni habla de manera compulsiva es de los recortes empresariales que está imponiendo. Después de guillotinar a todo el consejo de administración para quedarse como dueño único y exclusivo, tiene preparado 3.700 despidos. Supone prácticamente la mitad de todos los trabajadores de la empresa.
Según Bloomberg, Musk tiene previsto anunciar estos despidos este viernes, cuando anunciará más medidas. Por ejemplo, va a acabar con el teletrabajo, lo que a su vez puede suponer que muchos otros empleados de Twitter (algunos ya se fueron ante la perspectiva de irse) vayan a renunciar de manera voluntaria.
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